Más allá de los planes de estudio, la calidad educativa de una universidad depende en gran medida de lo que los estudiantes hacen, observan, experimentan y viven durante su estancia en la universidad. Es esto lo que determina, en mayor medida que ninguna otra cosa, la forma en que la universidad les cambiará personal, intelectual y profesionalmente.
Desde hace varias décadas la investigación educativa universitaria ha ido insistiendo sobre la importancia de la calidad de la experiencia de los estudiantes en la Universidad, entendida en un sentido holístico. El ambiente que se respira en el campus, la intensidad de su vida extra-curricular, las relaciones de los estudiantes entre sí, con el profesorado y con el resto del personal universitario, su participación en las decisiones y la organización del campus, los programas de acogida y orientación, los servicios y facilidades de todo tipo, la cultura institucional y su grado de orientación hacia los estudiantes… todo ello son factores que determinan no sólo la satisfacción, sino, lo que es mucho más importante, el grado de implicación de los estudiantes en sus tareas y retos académicos y, en última instancia, su nivel de aprendizaje y desarrollo personal. Calidad universitaria, al menos en su dimensión educativa, deviene así casi identificada con calidad de la experiencia de los estudiantes.
La capacidad de impacto que una universidad tiene sobre el aprendizaje y desarrollo de los estudiantes depende en gran medida de ese conjunto diverso de aspectos que configuran la experiencia del estudiante y que algunos autores hacen depender de un único factor: el grado de orientación institucional hacia los estudiantes.
Las Jornadas proponen a los participantes el análisis y exploración de las siguientes cuestiones relativas a la calidad de la experiencia de los estudiantes en nuestras universidades:
- El relato de los estudiantes: ¿cómo es la experiencia universitaria en los campus españoles desde la perspectiva de los estudiantes?, ¿es, en términos generales, una buena experiencia?, ¿resulta estimulante desde el punto de vista intelectual?, ¿en qué sentido se podría mejorar lo que las universidades ofrecen a sus estudiantes?, ¿como es la interacción con el profesorado?, ¿cómo son las relaciones entre compañeros?, ¿cómo viven sus asignaturas?, ¿cuál es el ambiente del campus?, ¿en qué modo piensan que les cambia, personal e intelectualmente, el paso por la universidad?
- El diagnóstico: en comparación con otros sistemas e instituciones universitarias, ¿las universidades en nuestro país ofrecen un entorno de aprendizaje y convivencia enriquecedor?, ¿su forma de entender lo que debe ser un campus universitario está en linea con lo que ofrecen las universidades más avanzadas?, ¿cuáles son sus puntos fuertes y débiles en relación a otras experiencias universitarias?
- Las referencias: ¿qué caracteriza a las mejores universidades desde el punto de vista de la experiencia de los estudiantes?¿cómo logran entornos de aprendizaje en los estudiantes se integran fácilmente, participan en la vida del campus y se implican con energía en los retos académicos?, ¿qué significa realmente una institución «plenamente orientada hacia los estudiantes y su aprendizaje» (DEEP project)? ¿cuáles son las claves de la construcción de un «campus vibrante» que contagia la pasión por el conocimiento?, ¿cómo puede el paso por la universidad convertirse en una experiencia relevante, transformadora y capaz de impactar sobre la forma de pensar y actuar de las personas?
- Los retos: ¿hacia donde avanzar?, ¿cuáles son los retos más apremiantes y relevantes que deberían afrontar nuestros campus desde el punto de vista de la experiencia de los estudiantes?, ¿cuáles son los frenos y las oportunidades más importantes para lograr ofrecer experiencias universitarias enriquecedoras en su sentido más amplio?